Si os dejáis llevar por mis palabras, pronto os daréis cuenta de que estáis en una habitación infantil con una pared azul cielo que combina con la alfombra azul marino del suelo, hay libros en una estantería, y varios dinosaurios repartidos por la habitación, en la parte izquierda hay un armario que no se cierra del todo bien, en la pared del lado derecho hay dibujos echos con la tinta de la inocencia de un niño, la lámpara azulada del techo esta apagada, delante de nosotros vemos un niño, de unos 6 años, que juega con una maqueta de un tren. La ventana esta abierta, es verano.
En otro lado de la ciudad, donde la inocencia se a consumido, donde la rutina hace que los días pierdan sentido, se encuentra la madre de aquel niño, en un cruce, un coche blanco se salta el semáforo chocando con el coche de ella, un segundo, un ruido, un coche destrozado, un dolor y una vida perdida.
Ya a la noche, el padre acuesta al niño.
- Te voy a leer el cuento - Le dice el padre a su hijo.
- Siempre me lo lee mamá - Le dice el pequeño.
- Mamá ya no esta aquí, ahora esta en el cielo y..- Le intenta explicar el padre.
- ¿ Ya no la volveré a ver ? - Le pregunta mientras empezaba a llorar.
- Mamá, estará siempre en el cielo, es la que más brilla, y siempre estará ahí para protegerte y escucharte si necesitas hablar con ella - Le intentó tranquilizar el padre.
- Descansa, cariño - Le dijo dándole un beso en la mejilla.
Cuando el padre se fue de la habitación el niño corrió a la ventana, para ver que era lo que más brillaba, y sus ojos se iluminaron en cuanto vio a la Luna.
- Mama, ¿ que haces tan lejos ? - Le preguntó a la noche.
Cada noche el niño le miraba, le explicaba como le había ido el día, le decía que le echaba de menos.
Pero una noche la Luna no estaba, ya que estaba en la fase de la Luna nueva.
- ¡Papá! - Gritó el niño desesperado.
- ¡¿ Que pasa, estás bien ?! - Preguntó el padre mientras corría a la habitación de su hijo.
- Mamá no está, me dijiste que siempre estaría brillando en el cielo - Le dijo el niño llorando.
El padre comprendió que se refería a la Luna, abrazó al pequeño y estuvo con el hasta que se quedó dormido.
Lo que acabáis de leer explica como la Luna no es solo un satélite, representa mucho más para nosotros...
...¿ Quién no a mirado la Luna alguna vez y sin darse cuenta a pensado en alguien ?